domingo, 30 de noviembre de 2014

.

Soy la bombilla fundida de la sala de estar. Soy ese juguete roto que ya no se puede arreglar. Soy sangre, soy fuego, soy el todo que se convirtió en la nada. Soy ilusiones rotas. Soy vacío. Soy un corazón remendado mil veces, pero que a pesar de todo ya no late. Soy el tenue resplandor que llega de una estrella ya muerta. Soy esa taza de café vacía. Ese vaso de cristal roto en la alfombra. Soy el perfume del que ya no queda ningún rastro. Soy esa rosa marchita que ya ha perdido todos sus pétalos. Soy ese colibrí que ya no levanta el vuelo, y esa liebre que se entierra viva en su propia madriguera. Soy ese cuerpo que ya se ha convertido en el polvo del que proviene. Soy tan solo cenizas de una existencia perdida. Mas soy un ave fénix en potencia. Así que no temáis, no dudéis: volveré. Y con más fuerza que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario