domingo, 26 de febrero de 2012

Uno de los mayores enemigos que conocemos hoy.

Férreo enemigo, que atacas una y otra vez;
 cobarde, que atacas cuando no te podemos ver;
Malvado, que no distingues entre el mal ni el bien:
no te importa, a quién hay que vencer.

No te importa, sean ancianos, adultos, jóvenes o niños, a todos atacas;
Lo haces a escondidas, sin que puedan hacer nada;
pues para cuando se enteran, tu ya estás ganando la batalla.

Cáncer, triste enemigo, que hiciste caer a tantos inocentes, que no merecían conocerte ni hallar la muerte;
Cáncer, que tantas vidas destruyes, sin importarte nada ni nadie;
Cáncer, que no haces distinciones, atacas a los ricos y atacas a los pobres.

sábado, 25 de febrero de 2012

Es el día, de pensar en los demás.

A llegado un momento, un día, en el cual hemos de sentarnos a reflexionar. Visualicemos claramente donde estamos, hasta donde hemos llegado. Podéis observar, que la situación va de mal en peor, salta a la vista. Ahora, preguntémonos por qué. Por qué estamos aquí, y por qué estamos como estamos. No es culpa de nadie excepto de nosotros mismos. Nuestra codicia, nuestra y de nadie más, es la causante de los mayores males de este mundo. Si la gente muere hoy de hambre, es porque apenas nadie tiende su mano a ayudar. El dinero, ese triste invento, está mal repartido; unos tienen tanto y otros tan poco.
La crisis en la que hoy se sume mi país, como tantos otros, era evitable; por supuesto que era evitable. Si aquellos "honorables" señores, hubieran escuchado a la voz de su conciencia, y no hubieran querido tirar del hilo más rápido de lo que se podía hilar, si no se hubiera llenado la burbuja más de lo que se podía llenar, no estaríamos así. El problema, es que las consecuencias de esta estupidez, esta falta de ética y de responsabilidad, la ha de pagar quien menos culpa tiene.

lunes, 20 de febrero de 2012

Borrador.

"Aquel día de invierno tenía las manos tan congeladas que apenas podía ya sentirlas.
Era consciente de que, estando bajo cero, no podría aguantar mucho así. Con torpeza se levantó del frío suelo y comenzó a andar todo lo deprisa que sus pies de hielo le permitían, con la única intención de calentarse
Mientras caminaba, encontró un baño público. No había gente a tales horas de la noche, así que entró.
Ese baño tenía espejos, en los que inconscientemente se miró. ¿Quién era esa chica, tan demacrada que se reflejaba? Era ella. No se reconocía. El pelo mal cuidado, el cuerpo demacrado y unas profundas ojeras que hacían más que visibles sus problemas de insomnio. Tanto tiempo en las calles, viviendo por y para huir, intentando sobrevivir, estaban haciendo mella en su físico. Siempre había tenido aspecto de niña, tan pequeña,  tan menuda. Ahora resulta grotesca. No le extrañaba ahora que se  había visto, que llamara la atención de la gente que por las calles de la ciudad se  encontraba. No tenía sobre ella muchos veranos y ya tenía encima el peso de una larga y agónica vida encima. Estaba cansada. Su mente y su cuerpo estaban cansados. No sabía cuanto más aguantaría. Quién sabía, si en ese mismo día, dejaba de aguantar".

...

Buena. Seamos realistas, no lo suficiente.
Buena en tantas cosas, pero nunca lo suficiente.
Escribes bien, actúas bien, cantas bien; pero sólo bien.
Con hacerlo bien no vas a ningún lado; tienes que ser el mejor, de todos el mejor.
Fíjate en aquel nido de pequeños aguiluchos. Todos cazarán bien, todos volarán bien, todos crecerán bien. Pero sólo el que destaque, el superior, saldrá adelante.
Ahí lo dejo, ahí lo dicho. No me sirve en la vida hacerlo bien, si no lo hago lo suficiente bien.