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Hoy me gustaría escribir acerca de lo sucedido en Francia. Primero dar mis condolencias a las familias tanto de los niños, el profesor y los militares fallecidos a manos de un hombre, Mohamed Merah, que a mi juicio, actuó con suma sangre fría al matar, sin inmutarse, a hombres y lo que es peor a niños. No le tembló el pulso. Terrorismo. ¿Por qué? ¿Qué tienen que ver niños, personas que no te conocen, con lo que tu pienses? ¿Qué derecho tienes a quitarles la vida? Realmente pienso, que el ser humano como especie ha perdido sus cabales. O quizás sea así la manera de comportarse y sea yo la que no lo logre entender.

Money.

El poder del dinero, no has de subestimar,
pues nos maneja como ningún otro igual;
pase lo que pase, a él te has de postrar,
y seguro tus superiores, más de él poseeran.

Si no me crees, mira tu alrededor,
y tan sólo cuestíonate, porque existe el dolor,
si la guerra y el hambre, no habrían de existir,
si el dinero, no estuviera interviniendo ahí.

¡Ay dinero, triste embaucador!
¡Ay dinero, tu no eres del montón!
Ay dinero, que finges sin igual,
el hombre contigo cree hallar la felicidad.

No logro entender.

No logro entender como el hombre es capaz de hacer tanto daño a sus semejantes; de alzarse ante sus hermanos e infligirles el máximo sufrimiento sin inmutarse.
Igual que no pude entender la extrema crueldad con la que fue asesinado Jesucristo, igual que no pude entender a la inquisición, igual que no pude entender el Holocausto, esto no lo puedo entender hoy.
No puedo entender que un gobernante masacre a su pueblo; no puedo entender que bien lo vean los fieles a él, no puedo entender que se mate a hombres, mujeres y niños, sin importar lo que en esta guerra tienen que ver.
Así que hoy, desde el lado racional, desde el mismo lado por el que Gandhi luchó, pido el cese de la violencia, a aquellos que son igual que yo y tú; que el dinero y el poder no son lo suficientemente valiosos como para justificar esta tierra de tristeza y desolación.

borrador.

"En ese momento supo que tenía que tomar una decisión. Supo que no podía poner más vidas en peligro. Supo, que tenía que acabar con él, aunque no sabía muy bien como.
Ella era consciente de que él la observaba, desde hace mucho tiempo; sabía la enferma obsesión que sentía hacia ella. Un escalofrío le recorrió la espalda. Podía negar todo lo que quisiese que no tenía miedo, que era un ser que ni sentía ni padecía; pero los horrores que allí vivió, que tuvo que presenciar y que sentir en su propia piel, no podían olvidarse rápidamente. Había quedado marcada física y psicológicamente de por vida.
Recordaba, el inerte y destrozado cuerpo por horas de torturas y meses de cautiverio, de su hermana y de todas aquellas niñas de no más de 13 años. Recordaba como sus rostros hinchados, con los ojos abiertos, la miraban pidiendo auxilio, clemencia. Recordaba lo difícil de mantener la mirada, de no demostrar signos de flaqueza ante aquel monstruo, al saber todo lo que ellas habían sufrido hasta morir. Ella misma, había tenido que sentir el dolor, había tenido que sentir las quemaduras, los latigazos; los hierros destrozando la piel. Pero sabía que tenía que hacerlo, que no podía dejar que siguiera haciéndole aquello a más chiquillas, y no podía ponerle en peligro a él, el único que había sido piadoso con ella desde hace mucho tiempo".

Derrumbamiento.

Los pilares fundamentales de nuestra existencia se derrumban a cada paso que damos. Las ruinas de una civilización, la marca de lo que pudo ser, es lo único que nos queda. A lo mejor no soy la única que se plantea, con preocupación la falta de valores, la falta de cualidades, la falta de bondad.
Y esque si echamos la vista atrás son pocos los ejemplos de hombres y mujeres idóneos que puedan dar ejemplo a los demás. Porque, a pesar de que ha habido grandes hombres y mujeres, estos también tenían grandes defectos.
Y no hablo de defectos físicos ni nada que se le parezca, pues no tienen relevancia en lo que hablo, Hablo de insalvables lagunas en la rama que más nos falla al ser humano: la bondad.
Y esque hay demasiados pocos hombres realmente buenos, de manera proporcional a toda la vida humana que ha pasado por este planeta.