lunes, 3 de noviembre de 2014

Incapaz de dormir para siempre.

Aunque siento mi cordura abandonarme lenta pero continuamente, decidí que al menos por ahora no era momento de rendirse. Aunque he perdido toda ilusión por el futuro o por la vida en general, creo que debería esperar. Como dije, el dolor va dejando paso a una insensiblidad, a una impasibilidad, a un frío en el alma, y aunque aún duele - y nunca dejará de hacerlo- en mi mirada creo predomina el cansancio, a pesar de los matices en los que se dejan notar mis heridas. Mas toca fingir. Aunque suene irónico, por no hacer daño a la persona que, al fin y al cabo, desencadenó todo esto, debo simplemente actuar con normalidad en la medida de lo posible. No sé hasta que punto puedo fingir ya. Ya he fingido demasiado. Ya he estado hundiéndome en el fango con una sonrisa mientras los espectadores estaban presentes. No sé que voy a hacer. Simplemente estoy perdida. No hay más lágrimas ya, pues no quedan, ya se derramaron todas. Solo hay angustia, y miedo, miedo ante todo, ante cualquier nimiedad, ante tan solo la vida, porque me he dado cuenta de que carece de sentido para mí. No encuentro razones. Mi razón para vivir era poder ayudar a las personas, pero caída tras caída no me han demostrado más que que todo el mundo es carne putrefacta corrompida por la supervivencia en un mundo sin valores ni justicia. No quiero pertenecer a ese mundo. Así que básicamente me limito a esperar, porque considero que no es el momento, y que debo darle una oportunidad a la vida, otra más. Ahora mismo solo disfruto durmiendo, o incluso escribiendo, solo quiero parar los pensamientos en mi mente que me siguen destrozando, el auto-odio, los recuerdos, las tendencias depresivas, mi afán por echarme siempre la culpa de todo, mi desconfianza ante el mundo, ante quiénes me rodean e incluso hacia mi misma, todo en general, lo que me está destrozando los nervios y la cordura. Me cuesta distinguir que es real y que no. Me cuesta abrir los ojos, moverme, respirar. Me cuesta vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario