Férreo enemigo, que atacas una y otra vez;
cobarde, que atacas cuando no te podemos ver;
Malvado, que no distingues entre el mal ni el bien:
no te importa, a quién hay que vencer.
No te importa, sean ancianos, adultos, jóvenes o niños, a todos atacas;
Lo haces a escondidas, sin que puedan hacer nada;
pues para cuando se enteran, tu ya estás ganando la batalla.
Cáncer, triste enemigo, que hiciste caer a tantos inocentes, que no merecían conocerte ni hallar la muerte;
Cáncer, que tantas vidas destruyes, sin importarte nada ni nadie;
Cáncer, que no haces distinciones, atacas a los ricos y atacas a los pobres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario